Transversalización del enfoque de género y masculinidades
(Pekín) en 1995, y establece que el enfoque de género debe ser aplicado en todas las políticas públicas, sus programas y procesos, así como en todas las fases de éstos.
Concibiéndose como una estrategia para conseguir la igualdad de género, el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas señala que la transversalidad es una herramienta para hacer de los intereses y necesidades de hombres y mujeres una dimensión integrada en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas públicas.
A esta línea de trabajo de las políticas de género, en los últimos años se ha añadido la aportación del enfoque de masculinidades, para poner de manifiesto cómo la construcción cultural del género no solamente determina y limita las condiciones sociales y personales de las mujeres, sino también las de los hombres.
En las Políticas Educativas, si bien en las últimas décadas se han logrado avances en términos de igualdad de género, en la gran mayoría de países persisten importantes desigualdades entre niños y niñas en cuanto a escolarización, deserción, violencia de género, rendimiento académico y orientación profesional por especialidades.
Los estereotipos limitantes y las desigualdades de género se reproducen desde la más temprana edad, por lo que la comunidad educativa tiene una especial responsabilidad y una especial oportunidad para la construcción de relaciones igualitarias y de respeto a las diferencias entre las personas.
Texto tomado del diplomado de Flacso-Chile